5 Mitos sobre la energía fotovoltaica.

04.08.2014 09:47

Mito 1:

La energía fotovoltaica es cara

El kWh fotovoltaico es aparentemente más caro que el kWh generado con energías convencionales porque éstas no incluyen todos los costes en los que incurren al producirlo. La energía nuclear, por ejemplo, no refleja los costes derivados de la gestión de los residuos así como los combustibles fósiles no reflejan las externalidades tales como la contaminación o el cambio climático. Por otra parte, la creación de paneles fotovoltaicos ha disminuido su coste un 70% en los últimos años gracias al aumento de la demanda.

 

Mito 2:

La energía fotovoltaica tiene un gran impacto paisajístico

La colocación de paneles en suelo puede tener un impacto paisajístico negativo. Sin embargo, la energía solar fotovoltaica tiene su razón de ser en núcleos de población donde su uso es más eficiente. La instalación de paneles solares sobre tejado no tiene impacto paisajístico y cada vez son más los ejemplos de arquitectura que incorporan módulos solares como elemento estético. Sólo con el 50% de los tejados de España se podrían abastecer las necesidades energéticas.

 

Mito 3:

La energía fotovoltaica no es eficiente

Uno de los argumentos más utilizados para desprestigiar a la fotovoltaica ha sido el de que sólo puede convertir en energía útil el 14% de la energía solar que recibe. Sin embargo, como hemos visto, es más que suficiente dado el espacio que se necesitaría para generar la energía suficiente para abastecer a la población. Por lo tanto, la eficacia de la fotovoltaica está absolutamente garantizada.

 

 

Mito 4:

La generación de energía solar sólo para países con mucha irradiación solar

La energía solar fotovoltaica se puede instalar en cualquier país. De hecho, Alemania, un país con mucha menos irradiación solar que España es líder en generación de energía fotovoltaica.

 

Mito 5:

Fabricar paneles solares no es sostenible

En los primeros años de desarrollo de la fotovoltaica (hace cincuenta años) sí se empleaba más energía para fabricar una célula de la que ésta era capaz de generar durante todo el resto de su vida útil. Actualmente, el periodo de recuperación (payback) son unos dos años, mientras que la vida útil de un módulo puede superar los 40 años.